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| ilustración de Virginia Aguilar Moreno |
¿Hay algo más gratificante que sentirse bien con una misma?
Quererse, afianzar el Amor Propio, es asir con firmeza el cabo de la red con la que tejemos nuestra entidad y nuestras relaciones.
Con puntadas chiquitas comunicamos nuestro sentir, expandimos con el abrazo aquello que deseamos entregar, pero… ¿es suficiente?
Si logramos sentir, de verdad, Amor Propio, podremos situamos con presencia en el mundo, en nuestro mundo.
Al cuidado de: Almudena Albi ParraCuántas veces nos preguntamos...
§ ¿Por qué me cuesta tanto decir NO?
§ ¿Por qué me siento culpable si no hago lo que se espera de mí?
§ ¿Por qué mi felicidad es la prolongación de la felicidad de quienes quiero?
§ ¿Por qué doy menos importancia a mis deseos, a mis sueños… que a los del resto de mi gente?
§ ¿Por qué me siento avergonzada cuando recibo un elogio?
§ ¿Por qué me resulta tan difícil comunicar lo que siento?
§ ¿Quién soy YO verdadera, esencialmente?
Todas necesitamos el respeto y el cariño de los demás para poder construir nuestra autoestima, pero si dependemos de su mirada para reconocernos, abandonamos nuestro Amor Propio al juicio, opiniones y valoraciones de aquellas personas que, en más ocasiones de las que nos gustaría, están lejos de comprendernos. De esa manera vamos desdibujando nuestro yo, transformándonos en una prolongación de lo que proyectan sobre nosotras.
Propongo…
§ AIREAR…y expandir la imagen positiva.
§ DESCUBRIR… nuestras fortalezas y recursos.
§ ENTRE-SACAR… aquello que creímos olvidado y que siempre nos encantó.
§ ENTRE-TEJER… las aptitudes y cualidades posicionando nuestro SER con firmeza.
